Carlos Alcaraz ha vuelto a poner a España en pie, y ha vuelto a alzarse como campeón de Roland Garros 2025. Tras su conquista el año pasado en París, levantó su segundo título en París este domingo. Y Legado Ibérico estuvo ahí disfrutando y luchando cada punto con él.
Carlos tiró de garra, de físico y de cabeza para remontar dos sets abajo frente a Jannik Sinner, dejándonos la final más larga de la historia de Roland Garros: de 5 horas y 29 minutos de duración. Fue una batalla épica, de las que hacen historia. De las que te dejan sin aliento… y con hambre de celebración.
Y eso fue exactamente lo que hicimos. Porque mientras Alcaraz luchaba cada punto, cada bola de partido, cada subida a la red, nosotros también lo vivíamos a lo grande desde casa: en familia, con amigos, y una tabla de Legado Ibérico bien servida sobre la mesa. Porque cuando el espectáculo es de este nivel, solo hay una forma de acompañarlo: con productos a la altura.
Jamón Legado Ibérico cortado fino, con ese brillo que solo tiene lo bueno. Un poco de chorizo, salchichón, paté ibérico con un toque de pimienta… y cómo no, una copa en alto en cuanto Carlos levantó los brazos al cielo de París.
Los grandes momentos se viven con intensidad, se comparten, se celebran. Y en Legado Ibérico lo sabemos bien: lo bueno se disfruta con calma, con cariño, y con esa mezcla perfecta de tradición y emoción que también tiene el tenis cuando lo juega alguien como Alcaraz.
No hay nada como ver a uno de los nuestros triunfar en lo más alto. Y no hay nada como saborear ese triunfo con lo mejor de lo nuestro. Porque el orgullo se siente, pero también se saborea.
¡Felicidades, Carlos! Hoy brindamos contigo, por ti y tu título de Roland Garros 2025. Y lo hacemos con sabor ibérico, orgullosos de nuestro embajador de marca que representa lo mejor de nuestra tierra: talento, esfuerzo y autenticidad.