A ver, ¿quién no disfruta de un poquito de jamón serrano en el aperitivo antes de comer en familia? O si no, en una cena informal con los amigos, ¿quién se va a resistir a no coger una de esas finas lonchas de jamón que habéis dispuesto en el centro de la mesa para compartir? Y si hablamos de los entrantes que nos ofrecen en un evento o alguna celebración a la que asistimos, ¿quién no empieza siempre, siempre, con un poco de jamón ibérico? Y si se trata de algo más informal, como la merienda, ¿quién no piensa en darle un bocata de jamón con tomate a los peques de la casa? Pues eso, así empezamos este post, resumiendo en pocas palabras cómo el jamón está muy presente en nuestras vidas junto a las personas que más nos importan, porque sin lugar a dudas el jamón es el producto estrella de nuestra rica y variada gastronomía. ¿Alguien lo pone en duda?
Así pues, ¿qué os parece si de forma resumida hablamos sobre cómo solemos comer jamón los españoles?
¿Cuáles son las formas más habituales de comer jamón?
De sobra sabemos que el jamón ofrece muchas posibilidades para poder disfrutarlo de numerosas formas. Por ello, comentamos a continuación una pequeña y ordenada recopilación de las formas en las que nos gusta más consumir jamón, dependiendo además de la zona de nuestro país, según las costumbres y platos típicos de cada una.
- El jamón en lonchas podríamos decir que es el formato más habitual y que más nos gusta. Como ya comentamos al iniciar esta publicación, la fina loncha de jamón serrano como aperitivo antes de comer, bien presentado en un plato y acompañado de picos, en un bocadillo para la merienda bocadillo o en una tostada con tomate, ajo restregado y aceite de oliva, como es tan típico de la gastronomía catalana. O la finísima y exquisita loncha de jamón ibérico, presentada elegantemente en múltiples celebraciones y eventos, como las nuevas lonchas ‘tipo lasca’ de Legado Ibérico de ElPozo
- Y cuando no se corta en lonchas, nos comemos con las mismas ganas o más, los taquitos de jamón. Este formato es probablemente el más típico de la cocina andaluza. Sin ir más lejos, por ejemplo, tenemos el salmorejo cordobés, al que se añaden los taquitos de jamón y el toque perfecto de un buen aceite de oliva virgen, o las habitas con jamón, tapa muy típica de la provincia de Granada. Además, los tacos de jamón suelen ser muy recurrentes en todo el territorio nacional para utilizarse en muchos tipos de guisos, potajes y cocidos.
- Y además de las lonchas y los tacos, ¿qué más opciones hay? Pues las virutas de jamón, o también llamadas tiras de jamón. Con un corte algo más cuidadoso, para conseguir pequeñas y delgadas tiras de jamón, cortadas después en trozos más pequeños. ¿Dónde solemos utilizarlas? Pues por ejemplo, en las croquetas caseras, en cremas de verduras, en sopas castellanas, como la de picadillo o la de ajo e incluso en las migas de pan.
¿Qué formato compramos para disfrutar de un buen jamón?
Esta es una pregunta difícil de contestar, y para contestarla de nuevo, ¡dudas!
- Por un lado, la pieza de jamón, la opción para los fieles seguidores de la tradición del corte propio, en casa. ¿A quién no le gustaría tener en su cocina una excelente pieza de Jamón Legado Ibérico, marca Premium de El Pozo Alimentación, para poder degustar unas lonchitas cada vez que uno quiera? Ya que está a temperatura ambiente, ideal para consumir inmediatamente… pero hay que ponerse a cortar. Un deleite, un disfrute solo con pensar en la perfección por conseguir ese finísimo corte de la loncha, con sumo cuidado. Y ya, si tenemos compañía en casa, comida con la familia o la visita de unos amigos, incluso nos esmeramos mucho más si cabe en el corte para conseguir unas lonchas perfectas.
- Los loncheados. La otra opción para otros, más sencilla y rápida: los sobres de jamón loncheado precortado, o las lonchas que compramos en la charcutería, al corte. Igual de deliciosas las dos opciones, igual de sabrosas porque mantienen intacto su sabor, aroma y propiedades al estar envasadas al vacío. Pero el único inconveniente ‘para algunos’ es que hay que esperar a que el producto se atempere unos minutos tras sacarlo del frigorífico. Muchos impacientes incluso ni llegan a esperar esos minutos recomendados… ¡abrir y listo!
Pero aparte del disfrute del corte, de las ganas de comer jamón sin esperar demasiado, también hay que tener en cuenta que entre una opción y otra está la opción económica. Obviamente, el precio por kilogramo será más económico comprando la pieza que comprando loncheados. Pero además, de forma paralela, también dependerá de la cantidad de jamón que se consume en casa, porque no es lo mismo el jamón que pueda comer una pareja que la cantidad que consumen una familia con varios hijos.
Como habéis comprobado de una forma resumida, el jamón casi siempre está presente en nuestras comidas, en casa, con la familia, con los amigos, en eventos y ceremonias, ya sea en un formato de corte u otro, lo que nos permite confirmar que el jamón es y será el producto estrella en nuestra dieta.